Cuando alguien nos encarga el diseño de su marca personal, para nosotros es todo un reto. Esa persona esta confiando en nosotros, para diseñar, lo que será la cara visible de su empresa, o de él o ella mismo.
De todas maneras, y aunque es un momento importante, debemos recordar, como ya hemos dicho en numerosas ocasiones, que nada es para siempre, y no hay porque arrepentirse de las decisiones de diseño que se toman. La mayoría de las marcas con solera, han ido variando su imagen corporativa y logotipo adaptándose a las nuevas tendencias pero sin perder el toque que las distingue. En otro artículo estudiaremos los cambios que se han producido en los logotipos de empresas conocidas a lo largo del tiempo, pero ahora hablemos un poquito de branding.
Cuando estamos construyendo una marca personal o empresarial, es muy importante la estrategia de branding que seguiremos. No vale de nada, tener un logotipo con unos colores característicos y una tipografía original (como en estos ejemplos) y distinta a la competencia, y que a la hora de crear el conjunto de elementos que enmarcarían el branding, estos colores y tipografías no se repitieran.
Si queremos dar a conocer nuestra marca tenemos que ser conscientes de la misma y repetirla en todos los elementos, creando así un conjunto que de manera global represente a la marca y haga que sea reconocible por todos. De la misma manera que en otras ocasiones hemos hablado de que el diseño web tiene que corresponderse con los colores y diseño del logotipo, para crear así un conjunto reconocible, todos los elementos de la marca deben ser igualmente reconocibles.
En los ejemplos que os propongo a continuación podréis comprobar que además de tener un logotipo agradable a la vista y con un diseño acorde con el producto, consiguen que el branding se reconozca en todos los elementos de la misma.