Ya nos tocaba hablar de packaging! Hace más de un mes que enseñábamos algunos ejemplos de packaging para el aceite, y como ya habíamos hablado del pan, ya tenía mi pack completo! 😉 Sin embargo, he pensado que debía ir ampliando el grupo e introducir otro alimento, que también me encanta: la miel!
Que levante la mano, al que su madre no le decía desde pequeño que tomara miel en el desayuno, para aclarar la garganta y no resfriarse! Al menos la mía me lo repetía durante todo el invierno, y aunque de pequeña le hacía caso las veces que quería, se me debió quedar en el subconsciente y de mayor sí que lo aplico!
Así, al menos en mi caso, es uno de los primeros alimentos que veo al levantarme y, puestos a ver, que mejor que encontrarla en un packaging original y creativo!
En general el packaging más común para la miel es en un envase de vidrio, pues así no pueden desprenderse sabores u olores con el paso del tiempo. Al ser un elemento extraído directamente de la naturaleza es común encontrarlo con packaging que nos remitan a esta naturaleza, tales como corcho o madera.
Aunque podamos pensar que esto delimita un poco el diseño del packaging no es así, pues como en el caso del vino, se nos presentan distintos elementos que podemos diseñar, tales como etiquetas o pegatinas y puede ser un buen momento para incluir algunas tipografías originales que hagan del producto aun más atractivo.
¿Vemos algunos ejemplos?
Impresión con vinilos
Ya que el vidrio deja pasar la luz, la impresión en el o bien el uso de vinilos puede ser un buen recurso a la hora de diseñar un packaging para miel. Con ellos, dejaremos visto la mayor parte del espacio del mismo y por lo tanto podremos contemplar el producto en su mayoría. El color más usado en general en el packaging es el negro, puesto que combina a la perfección con el color miel, y a la vez nos remite al color de las abejas.
Etiquetado con pegatinas
Si no nos convence la impresión en un vinilo, podemos usar la tradicional impresión en pegatina, para la cual podemos utilizar distintos tipo de papel, con distinta rugosidad por ejemplo, para dar diferentes efectos. Es muy común como decíamos el uso del negro que podemos combinar con tipografías creativas, como por ejemplo, estilo a mano, para dar un toque más tradicional al producto.
Etiquetado externo
Me gusta mucho este tipo de etiquetado, que a la vez puede ser complementario con cualquiera de los otros que estamos viendo. Una etiqueta unida al envase con hilo de cáñamo (otro material natural) le da el toque perfecto en su combinación. En esta etiqueta podemos imprimir el nombre de la miel o por ejemplo cualquier consejo de utilización y uso.
Un packaging creativo!
Sin dejar de lado el envase de vidrio, podemos jugar con formas o con la introducción de distintos materiales, para dar un toque original al packaging. Por ejemplo con geometrías que nos recuerden al panal de abejas o introduciendo otro material que produzca en el vidrio un efecto novedoso.
Son packaging más complejos, pero que al igual que los anteriores pueden ser fácilmente reutilizables.
Excelente!
Muy bonitos y originales, me encantan.