Descubrimiento Progresivo: Buscando lo Simple en lo Complejo

En 2010, el diseñador John Maeda escribió el libro Las Leyes de la Simplicidad, un recopilatorio de principios básicos para concienciar de lo importante que es aplicar la simplicidad en todo aquello que hagamos. De entre todas las leyes, destaca la 10ª conocida como la ÚNICA, que consigue reunir en un solo principio todas las demás:

”Ley 10: La simplicidad consiste en sustraer lo que es obvio y añadir lo específico”.
Las Leyes de la Simplicidad (John Maeda)

Todos sabemos lo difícil que resulta buscar la simplicidad, ya que para que esta exista tenemos que estar rodeados de complejidad, es solo así cuando realmente detectamos aquello que percibimos como simple. Por ejemplo, la belleza del minimalismo podemos encontrarla también en el ejercicio previo para prescindir de lo innecesario.

Si trasladamos esto al mundo de la experiencia de usuario, existe una técnica de interacción que nos permite huir de la complejidad, para dejar solo lo específico, aquello necesario para los usuarios en cada momento. A esa técnica se la conoce como descubrimiento progresivo (progressive disclosure).

¿Qué es el Descubrimiento Progresivo?

Es una técnica de interacción que retrasa la aparición de opciones avanzadas o poco usadas para reducir el número de errores y facilitar el aprendizaje de los usuarios.

El objetivo principal es no abrumar al usuario con todas las opciones disponibles, para ello relegamos las tareas menos frecuentes o más complejas a pasos posteriores.

Al retirar todas las distracciones, facilitamos al usuario que complete la tarea con éxito y reducimos la probabilidad de error.

Ejemplos de Descubrimiento Progresivo

Si nos fijamos un poco, vivimos rodeados de ejemplos donde los diseñadores han aplicado de alguna forma técnicas de descubrimiento progresivo.

Cuando usamos un cajero automático, por ejemplo, las primeras opciones que aparecen en pantalla son las más habituales (sacar dinero, ingresar dinero, consultar saldo,etc…). Pero imaginemos que lo que queremos es cambiar el número PIN de la tarjeta, al ser una opción poco habitual, seguramente tendremos que acceder a pantallas secundarias hasta encontrar la opción adecuada.

interfaz cajero automatico

Aunque ha sido una técnica ampliamente utilizada en las aplicaciones de software (seguro que todos recordamos el acceso progresivo vía submenús para aplicar un plugin en Adobe Photoshop), hoy en día tanto en la web como en las aplicaciones móviles se hace imprescindible la utilización de este tipo de técnicas.

photoshop menu desplegable

Pero si existe un ejemplo claro de descubrimiento progresivo, ese es sin duda, el típico enlace Leer más que podemos encontrar en blogs y que permite acceder al contenido completo de un artículo, como por ejemplo los que encontramos en web de loleta.

loleta leer mas articulo

Otro caso de uso lo encontramos en aplicaciones móviles, su espacio limitado de pantalla nos obliga a mostrar solo la información necesaria en cada momento de la interacción y a desvelar las opciones más avanzadas conforme el usuario interactúa con ellas.

Al final se trata de ocultar algunas opciones menos populares y dejar solo aquellas que consideremos que los usuarios utilizarán con más asiduidad.

En la versión web de Gmail, el menú principal es contextual a la sección donde nos encontremos. Si accedemos a la página principal y no tenemos ningún mensaje seleccionado, las opciones disponibles se limitan a filtrar los mensajes, Actualizar y Más que oculta un submenú con una opción secundaria para marcar como leídos todos los mensajes.

gmail menu leido

Cuando tenemos seleccionado un mensaje o estamos dentro de él, el menú incluye un mayor número de opciones ( Archivar, Marcar como Spam, Eliminar, etc..) y también una opción Más que oculta un submenú, en este caso con opciones secundarias relacionadas con el mensaje en el que estamos como Marcar como leído, Destacar o Silenciar.

gmail menu desplegable

Dejando las tareas menos frecuentes o más avanzadas en pantallas secundarias conseguiremos mantener la atención del usuario y no distraerle.

Cómo aplicar el “Descubrimiento Progresivo” en nuestros diseños

pantalla formulario registro
Ocultar la funcionalidad avanzada y dejarla para etapas posteriores del proceso, aumenta su éxito y la conversión.

Para empezar, debemos hacer un ejercicio de honestidad para poder diferenciar correctamente las opciones necesarias de aquellas secundarias.

Investigar y observar cómo actúan los usuarios es fundamental a la hora de entender bien este comportamiento y poder ser efectivo. El reto es encontrar la priorización que asignan los usuarios y la secuencia de pasos adecuada entre todas las opciones.

Cometer un error en esta selección puede conllevar que algunos usuarios tengan que repetir una y otra vez tareas que les llevan a opciones para ellos recurrentes. La investigación vuelve a ser una gran aliada para detectar estos casos cuanto antes y revisar si esas tareas o acciones deben pasar a un primer nivel.

El reto casi siempre suele ser convencer a las personas involucradas en el proyecto que pierdan el miedo a retirar del primer nivel algunas opciones. Suelen ofrecer cierta resistencia alegando que eso hace aumentar el número de clicks hasta el objetivo pero solo hay que hacerles ver que los usuarios que están buscando opciones avanzadas están dispuestos a pagar ese precio.

Al final, la clave debe ser encontrar siempre el equilibrio perfecto entre número de opciones disponibles e información detallada.

Conclusión

Aplicando técnicas de descubrimiento progresivo conseguiremos:

  • Aumentar la eficiencia y facilidad de uso.
  • Diseñar para audiencias más amplias (usuarios principiantes y avanzados).
  • Eliminar desorden y confusión.
  • Reducir esfuerzo cognitivo.

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