Los logotipos son una parte esencial para crear una imagen de marca. Seguramente sean uno de los primero elementos que vean tus clientes, y va a aparecer en todo tipos de documentos, acciones de marketing y webs de una empresa. Por eso, antes de lanzarnos a crear un logotipo hay que hacerse varias preguntas: ¿qué apariencia quiero que de mi empresa con el logotipo?. ¿Hacia quién va a ir dirigido?.
Por lo que, cuando vamos a diseñar, o rediseñar un logotipo, hay que tener bien claras las respuestas a estas cuestiones. Y como parte de esos primeros pasos en la preparación del diseño, hay que tener claros que clases de logos existen, en que consisten cada uno de ellos, y cuales son los escenarios ideales para hacer uso de cada uno.
Teniendo siempre en mente esta información, podemos acotar las opciones y tener más posibilidades de crear un logotipo que encaje perfectamente con la marca que va a representar. Así que no tardemos más, y veamos cuales son las 6 clases de logotipos que podemos encontrar, sus características y en que condiciones es aconsejable su uso.
Anagramas
Seguramente sea la forma más básica y pura de un logotipo. Consiste simplemente en un texto con el nombre de la compañía, sin ningún tipo de ilustración que la acompañe. Esta clase de logotipo es ideal para nombres de empresas cortos. O incluso si se componen de varias palabras, pueden ir juntas para ahorrar espacio.
El nombre se convierte en el eje central, por lo que hay que cuidar mucho la tipografía que se elige, su color, si estará todo en mayúsculas, el espacio entre caracteres… O incluso puede ser más conveniente crear una tipografía para la ocasión. Como siempre, sea por elección o creación, la tipografía debe mostrar y evocar a la empresa, ya sea mediante un aspecto serio, elegante o divertido.
Monogramas
Los monogramas son parecidos a los anagramas, pero en este caso se utilizan si el nombre la la compañía es largo o contiene varias palabras. Es decir, en el logotipo aparece la primera letra de una o varias palabras, hasta un máximo aproximado de cuatro letras. En resumen, el logotipo es un acrónimo del nombre de la empresa.
Se usa mucho cuando queremos un logotipo que este entre la muestra de su nombre, pero sin perder la identidad visual que sería mostrar un texto demasiado largo. Eso si, hay que tener en cuenta que el uso de monogramas está indicado en empresas que estén establecidas, y sean reconocidas y reconocibles. Si este no es el caso, es aconsejable acompañar el monograma junto al nombre completo.
Símbolos
Podríamos considerar los símbolos como lo contrario a los dos tipos anteriores. Funcionan por sí solos sin tener que mostrar el nombre de la marca. Este tipo de logo se van construyendo a lo largo de mucho años, hasta que forman parte del imaginario colectivo. Por eso, siempre hay que tener mucho cuidado al rediseñarlo, ya que se puede perder el peso que tiene el símbolo.
Dentro de los símbolos podemos diferenciar dos subgrupos. Por un lado, los que son iconos o ilustraciones de objetos o elementos de la naturaleza, como por ejemplo una manzana (supongo que podéis adivinar a que empresa me refiero). Y por otra parte, símbolos abstractos, que suelen ser formas geométricas, o un conjunto de estas.
Mascotas
Realmente, las mascotas podríamos considerarlos como un tercer subgrupo dentro de los símbolos Pero hemos preferido clasificarlas aparte porque tienen muchos aspectos interesantes. Las mascotas son personajes ilustrados, que en muchas ocasiones ejercen como portavoces de la marca.
Las mascotas suelen usarlas empresas que quieran dar una imagen más familiar, que se dirijan a un público infantil. Por lo que no es la opción ideal si queremos mostrarnos con un aspecto de seriedad. También tener en cuenta que el aspecto de la mascota ofrece mucha flexibilidad, ya que se puede ir modificando a lo largo de los años y adaptándose a las corrientes de diseño de cada momento sin perder su fuerza.
Combinaciones
Las combinaciones no son más que la unión de un anagrama o monograma con un símbolo. Hoy en día, quizás sea la clase de logotipo más habitual, ya que es la que suelen utilizar la mayoría de pequeñas y medianas empresas. Como ya comentamos en los monogramas, si nuestra marca no es reconocible, lo ideal es acompañar el símbolo con el nombre de la compañía. De nada nos sirve mostrar este logotipo si nadie va a saber a que marca pertenece. Por lo que siempre hay que tener en consideración todos estos casos al diseñar logotipos de esta clase.
Además, las combinaciones nos ofrecen mucha flexibilidad en su uso. Por ejemplo, al usarla en una web, es ideal para el diseño responsive, ya que podemos usar símbolo + nombre en las versiones de escritorio, y solo símbolo en versión móvil, por temas de espacio.
Emblemas
Posiblemente los emblemas sean los tipos de logos más antiguos. Nos referimos como emblemas cuando el texto con el nombre de la marca está insertado directamente dentro del símbolo. Suelen ofrecer un aspecto más clásico y tradicional. El ejemplo más común de emblemas son los utilizados por la gran mayoría de consejerías y agencias de un gobierno.
Los emblemas suelen ser mucho más elaborado que los símbolos, y contener pequeños detalles, que siempre le dan un plus de cara a muchos clientes. Eso sí, es necesario tener un plan B, ya que es bastante probable que esta clase de logotipo se muestren en formatos pequeños. Y en estas situaciones, debería tener un logotipo que, sin perder la esencia, sea una simplificación del emblema.
Como hemos podido ver, casi podemos encajar cada clase de logotipo en un escenario diferente: para un público más familiar, para dar una imagen más tradicional y seria, si queremos potenciar el nombre de la marca… Teniendo en cuenta todas estas variables, junto con aquellas que nos va a dar la propia compañía, tenemos muchas más posibilidades de acertar a la hora de enfrentarnos al diseño de un logotipo.
Y para vosotros, ¿cual es vuestra clase favorita de logotipo?. ¿Conocéis más ejemplos que encajen en algunas de las clases que hemos listado?. Como siempre, están abiertos los comentarios para vuestras sugerencias, dudas y experiencias. Seguro que entre todos podemos inspirarnos para la próxima vez que tengamos que diseñar un logotipo.
