¿Que gama de colores escojo para mi diseño?

El color, es quizá uno de los aspectos que más nos cuesta decidir a la hora de realizar cualquier diseño. Somos conscientes de la influencia que tienen sobre las personas, ya que llevan muchos sentimientos intrínsecos.

No todos los colores significan lo mismo, ni nos producen las mismas sensaciones. Aparte, de que a cada uno de nosotros nos guste más o nos siente mejor un determinado color, cada uno de ellos tiene un significada que está por encima del gusto, y que viene determinado (en una de las partes) porque a un gran grupo de personas sienten lo mismo hacia él. Si yo nombro el “azul”, lo más normal es que en tu mente aparezcan imágenes del cielo o del mar, mientras que si nombro el rojo, es más probable que las imágenes vayan más a un sentido de amor o de fuego. Estas reacciones opuestas vienen producidas en gran medida porque conocemos muchos más sentimientos que colores. Un mismo verde puede parecer venenoso o saludable o un amarillo radiante o hiriente, y esto no se debe a otra cosa que a que ningún color aparece aislado, sino que está rodeado de otros colores, es decir, en un mismo efecto interviene varios colores.

Ya hemos hablado en otros artículos acerca de la importancia de los colores a la hora del diseño, a la vez que hemos estudiado con más profundidad los tres colores principales: azul, rojo y amarillo. Sabemos que significan cada uno de ellos y como se comportan al encontrarse con otros colores, sean complementarios o no.

Sin embargo, somos conscientes de que a la hora de realizar un diseño, ya sea de un logotipo, imagen de marca, web… En la mayoría de los casos vamos a necesitar más de un color. Y ahí encontramos el primero de nuestros problemas ¿Cuáles son los colores que “van” mejor con el color principal que hemos elegido?

Como ya sabemos la interacción de varios colores siempre tienen un significado en lo que a los sentimientos se refiere. No es lo mismo usar el rojo y el azul que el azul y el verde, por ejemplo. Puesto que cada color tiene un significado distinto, las diferentes uniones que podemos hacer también las tienen.

Vamos a ver algunos ejemplos

– El frio y el calor: Ambos tienen unos colores muy determinados para cada sensación o sentimiento. Si pensamos en el frio, imaginaremos colores azulados y grisáceos y si pensamos en el calor, por el contrario, pensaremos en colores rojos, naranjas y amarillos. Los colores cálidos implican cercanía a la vez que los fríos lejanía. Sin embargo, si unimos ambas escalas podemos comprobar que el resultado son una serie de colores que podríamos denominar tranquilizadores. Hemos conseguido unir el rojo y el azul y que término final, de lugar a una gama de colores que están en el medio entre lo lejano y lo extremadamente cercano. Si recordamos, muchas de las empresas de temas médicos o educativos usan estos colores, evocando la tranquilidad y la calma.

– La fidelidad y la infidelidad: ya hemos hablado en otras ocasiones de que los tonos negros y violetas, se usan para referirse a la exclusivo, al lujo, a lo privado, a la fidelidad. Reflejan sentimientos que suelen estar acotados y que no todos pueden acceder a ellos, por lo que si tu estas entre los elegidos te sientes especial. Es lo que sentimos cuando nos son fieles, cuando tenemos amigos fieles nos sentimos especiales. Por el contrario la infidelidad, usa los colores de lo tranquilizador con el complemento del rojo, que significa violencia. El rojo en esta gama es el encargado de destruir la calma producida por el azul y el verde.
Sin embargo, al igual que en el caso anterior, es cuando mezclamos todos los colores con los distintos sentimientos adversos cuando nos quedamos con el término medio: la cortesía.

– La amabilidad y la hosquedad: de la misma manera ocurre con estos términos. Hasta que no unidos la gama de colores de ambos no podemos llegar hasta un entorno que refleje más naturalidad. Y aquí podemos ver una curiosidad: la gama de colores de lo natural es muy similar a lo tranquilizador. La principal diferencia entre ambas es la cantidad de uso de los colores. De cualquier manera lo natural es tranquilizador ¿no? 😉